Argentina, el renacer de la libertad, por Lorenzo Bernaldo de Quirós
Esta semana se ha celebrado en Buenos Aires una Conferencia Internacional bajo el título «El Renacimiento de la Libertad en Argentina y más Allá». En ella han participado intelectuales liberales de todo el mundo en apoyo y reconocimiento al proceso de cambio liderado por Javier Milei. Y, en este evento, clausurado por el presidente, no ja participado como es normal e intenta ocultar la izquierda, ningún representante de eso que se ha dado en denominar la derecha alternativa, cuyo ideario no tiene nada que ver, como se ha señalado en otras ocasiones, con el del líder argentino. Después de décadas de decadencia y estatismo, Argentina vuelve a recuperar los principios que la convirtieron en una de las naciones más libres y prósperas del mundo.
Desde algunos amplios sectores de la progresía se anticipa el fracaso del experimento liberal de Milei. Se dice que el congreso ha bloqueado la Ley de Bases que contiene una parte significativa de sus reformas estructurales y, en consecuencia, su programa no podrá aplicarse. Sin embargo, esta visión olvida algo elemental: no se liquidan casi 100 años de estatismo en un semestre y nadie puede ocultar algunos de los extraordinarios logros alcanzados por el Gobierno de Milei en un plazo de tiempo extraordinariamente corto. Y ello a pesar de la feroz oposición de todos aquellos a quienes la política de Milei está privando y las va a privar del empleo de ese enorme fondo de reptiles y de corrupción en el que se había convertido el Estado argentino.
De entrada, el Gabinete Milei ha desplegado una estrategia de estabilización macroeconómica cuyos resultados a día de hoy se traducen en la consecución de un superávit presupuestario, comercial y de la balanza de pagos por cuenta corriente y en la yugulación de un crecimiento del nivel general de precios que abocaba a una hiperinflación como consecuencia de una contracción de la oferta monetaria de un 40%. Este marco de estabilidad macro es inédito en un país en el que, de manera constante, la política siempre se había impuesto a la economía con un objetivo: satisfacer los intereses de la casta y de sus clientelas. Esto se ha acabado en la República Austral.
‘Después de décadas de decadencia y estatismo, Argentina vuelve a recuperar los principios que la convirtieron en una de las naciones más libres y prósperas del mundo‘
Por otra parte es esencial señalar el enorme soporte de la sociedad argentina al cambio. Las protestas legítimas y, en gran medida, promovidas por aquellos a quienes la política económica de Milei está privando de sus privilegios regulatorios y financieros no han logrado eco sustancial alguno en el grueso de la ciudadanía. Esta votó por la ruptura con el pasado, asumiendo el potencial coste de hacerlo, pero convencida de la necesidad imperiosa de terminar con un modelo que había transformado Argentina en un país del Tercer Mundo. Nadie quiere volver al pasado excepto la nomenclatura que ya no puede usar el poder para repartir prebendas entre sus fieles y llevarse una comisión.
Sin duda, el camino emprendido por Argentina está cuajado de obstáculos, las fuerzas del statu quo a cuyo fin se asiste intentarán que el tren reformista descarrile. Sin embargo, todo sugiere que la sociedad argentina es consciente que no hay otra forma de recuperar la libertad y la prosperidad.
Vicepresidente del IvMB
Publicado originalmente en Actualidad Económica.